Agentes de cooperación / Análisis de género / Ayuda oficial al desarrollo (AOD) / Cooperación al desarrollo / Cooperación multilateral / Cooperación internacional / Cooperación universitaria al desarrollo / División al trabajo en función del género / Género y Desarrollo Sostenible / Igualdad de género / Índice del Desarrollo Humano (IDH) / Índice del Desarrollo relativo al Género (IDG) / Índice de la Potenciación del Género (IPG) / Mainstreaming de Género [Transversalización de género] / Necesidades en función del género / Roles de género / Sexo y género / Sistema cooperación al desarrollo / Teoría del Desarrollo
Agentes de cooperación
Son los sujetos o protagonistas entre los que se establece y hace la Cooperación, tienen distintos nombres: partes, contrapartes, partenaires, interlocutores, socios, etc. Los actores que intervienen en la Cooperación en general, que también se les llama Agentes de desarrollo (siempre que la cooperación sea para el desarrollo y no para otra cosa), se habla del: a) “cooperante” técnico o profesional que se inserta, desde fuera, para trabajar en el proyecto; b)”voluntario”, la persona que se ofrece para ir a trabajar al proyecto sin remuneración o muy pequeña y de carácter simbólico o para el mantenimiento; c)”experto”, atribúyase este término para distinguir al profesional altamente cualificado, que ha de ir a una misión muy concreta, corrientemente de carácter técnico, sin la cual el proyecto quedaría deficiente; d) “jefe de misión”, es el encargado, por un Gobierno, un organismo internacional o una Agencia exterior de la Cooperación y sus proyectos, es el responsable de su coordinación y marcha.
Análisis de género
El análisis de género es una herramienta para diagnosticar las diferencias entre mujeres y hombres. Contempla sus actividades específicas, condiciones, necesidades, su acceso a los recursos y el control que tienen sobre ellos, así como acceso a los beneficios del desarrollo.
El análisis de género precisa ante todo y sobre todo reunir datos desglosados (esto es, separados por sexos) e información sensible a las cuestiones de género acerca de la población que se estudia. El análisis por género es el primer paso de una planificación sensible a las cuestiones de género para promover la igualdad entre las mujeres y los hombres.
A través de este se detecta la política de las relaciones de género y los ajustes que han de ser realizados por las instituciones para alcanzar la igualdad entre los géneros. Se fija en las desigualdades entre las mujeres y los hombres, se pregunta por qué existen, y sugiere cómo pueden reducirse las brechas que los separan. Es el punto de partida para la formación de cualquier política o elaboración de un programa: buscando transformar la naturaleza del desarrollo de una sociedad para promover la igualdad entre los hombres y las mujeres.
Ayuda oficial al desarrollo (AOD)
La AOD constituyen los flujos que las agencias oficiales, incluidos los gobiernos estatales y locales, o sus agencias ejecutivas, destinan a los países en desarrollo y a las instituciones multilaterales y que en cada operación satisfacen las siguientes condiciones: a) tienen como principal objetivo la promoción del desarrollo económico y el bienestar de los países en desarrollo y b) son de carácter concesional y contienen un elemento de donación de al menos el 25%.
Cooperación al desarrollo
La cooperación al desarrollo comprende el conjunto de actuaciones, realizadas por actores públicos y privados, entre países de diferente nivel de renta con el propósito de promover el progreso económico y social de los países del Sur de modo que sea más equilibrado en relación con el Norte y resulte sostenible.
Cooperación multilateral
En la actualidad y ante un nuevo panorama internacional la cooperación al desarrollo adquiere un carácter multilateral en el que los Estados canalizan sus aportaciones por medio de organizaciones y agencias internacionales tanto públicas como privadas.
Cooperación internacional
Se denomina cooperación internacional a la ayuda voluntaria de un donante de un país (estado, gobierno local, ONG) a una población (beneficiaria) de otro. Esta población puede recibir la colaboración directamente o bien a través de su estado, gobierno local o una ONG de la zona.
Cooperación universitaria al desarrollo
Se entiende la Cooperación Universitaria al Desarrollo (CUD) como el conjunto de actividades llevadas a cabo por la comunidad universitaria y orientadas a la transformación social en los países más desfavorecidos, en pro de la paz, la equidad, el desarrollo humano y la sostenibilidad medioambiental en el mundo, transformación en la que el fortalecimiento institucional y académico tienen un importante papel.
División del trabajo en función del género
La división del trabajo entre mujeres y hombres depende del contexto socioeconómico y cultural, y puede ser analizada distinguiendo entre tareas productivas y tareas reproductoras.
Por tareas productivas se entiende el trabajo realizado por hombres o por mujeres para producir bienes y servicios, así como transformar materias primas.
La expresión tareas reproductoras se refiere a la maternidad y a las distintas actividades desempeñadas en lo que se denomina hoy la "economía de cuidados"; es decir, las muchas horas pasadas cuidando de los miembros de la familia y de la comunidad, recogiendo agua, preparando los alimentos, cuidando de los niños y niñas, de su educación y salud, y prestando cuidados a los ancianos y ancianas.
El hecho de que las mujeres se ocupen tanto de las tareas productivas como de las reproductoras significa que invariablemente trabajan más horas al día que los hombres. A menudo las actividades de las mujeres no son remuneradas o se desarrollan en el sector no estructurado de la economía, sin estar cubiertas por la legislación laboral. El resultado de ello es que el trabajo de las mujeres a menudo quede excluido también de las estadísticas nacionales de empleo y de rentas.
Es preciso revisar todas estas tareas desde una perspectiva de género, de forma que las funciones productivas y reproductoras en el hogar, la comunidad o el lugar de trabajo puedan ser compartidas equitativamente, en la medida de lo posible, por los hombres y por las mujeres. Este cambio hacia un reparto equitativo de las tareas requiere compromiso político, imaginación y perseverancia. Entonces, y sólo entonces, podrá tener lugar una transformación de las actuales estructuras de la sociedad, que dará como fruto la plena igualdad entre las mujeres y los hombres.
Género y Desarrollo Sostenible
Proceso de desarrollo que no solamente busca la satisfacción de necesidades básicas, sino también la participación de hombres y mujeres en la construcción de formas de interacción para asegurar la base de los recursos naturales, de tal forma que la población actual no comprometa la capacidad productiva, social y ecológica de las futuras generaciones con el propósito de satisfacer sus propias necesidades actuales. Implica construir un modelo de vida social caracterizada por relaciones sociales, étnicas y genéricas equitativas y éticas y por un uso sostenible de los recursos de la Tierra, a fin de que los beneficios de la sociedad y la naturaleza alcancen para las presentes y futuras generaciones. Los enfoques de género y desarrollo sostenible tienen principios claramente coincidentes: • Están centrados en la condición humana, en las personas. • Expresan preocupación por los problemas de la desigualdad y el poder en la sociedad. • Postulan la participación activa y democrática de hombres y mujeres en la sociedad y específicamente en el proceso de desarrollo. • Buscan mejorar la calidad de la vida humana de hombres y mujeres de las generaciones actuales y futuras.
Igualdad de género
La igualdad de género, o igualdad entre mujeres y hombres se refiere a una igualdad de derechos, responsabilidades y oportunidades para las mujeres y los hombres, las niñas y los niños. Esta igualdad con respecto al género no es propiamente un "problema de las mujeres"; concierne también a los hombres. Igualdad no significa que las mujeres y los hombres vayan a identificarse, sino que los derechos, las responsabilidades y las oportunidades de ambos no dependan de que hayan nacido mujeres u hombres. La igualdad de género es un problema de derechos humanos y una condición previa para la consecución de un desarrollo sostenible centrado en las personas.
Índice del Desarrollo Humano (IDH)
Índice elaborado y aplicado por Naciones Unidas. Mide el desarrollo medio de un país en cuanto a tres dimensiones básicas del desarrollo humano: La esperanza de vida al nacer, el logro educacional (alfabetización de adultos y tasa bruta de matriculación primaria, secundaria y terciaria combinada) y el Producto Interior Bruto (PIB) real por cápita. Estos tres índices forman tercios del IDH, siendo 1,00 el índice más alto y 0 el más bajo a conseguir.
Índice del Desarrollo relativo al Género (IDG)
El índice del desarrollo relativo al género mide las mismas dimensiones que el IDH: la esperanza de vida al nacer, el logro educacional y el PIB per cápita, pero tiene en cuenta la desigualdad de logro entre mujeres y hombres. Los índices están desglosados por sexos y están puestos en relación entre sí, de tal manera que visibilizan algunas de las diferencias en el grado de adelanto entre hombre y mujeres. Mientras mayor sea la disparidad de género en cuanto al desarrollo humano básico, menor es el IDG de un país en comparación con su IDH.
Índice de la Potenciación del Género (IPG)
El IPG mide las oportunidades de las mujeres en tres esferas de las sociedades:
I. Participación y poder político (medido por porcentaje de escaños políticos);
II. Participación económica y poder para adoptar decisiones (porcentaje en cargos legisladores, funcionarios y ejecutivos/ porcentaje en puestos profesionales y técnicos);
III. Poder sobre los recursos económicos (estimación de ingreso proveniente del trabajo de mujeres y hombres).
Por cada uno de esos tres componentes, se calcula un porcentaje equivalente igualmente distribuido, como promedio ponderado en función de la población. Un IPG de 1,0 sería una sociedad ideal, donde ambos sexos tengan iguales facultades y las variables del IPG serían iguales al 50%.
Mainstreaming de Género [Transversalización de género]
La Transversalización de Género es un principio según el cual la incorporación de la perspectiva de género tiene que suceder en todas las políticas, programas y proyectos. Parte del supuesto de que para lograr la equidad entre hombres y mujeres es imprescindible influir en todas las metodologías, análisis, políticas y planificaciones desde una perspectiva de género, ya que asume que la corriente principal esta dominada por la lógica masculina. Para cambiarla, el concepto del mainstreaming propone la integración de las mujeres en la corriente principal y a través de ello un cambio de la misma corriente quitando el patrón masculino dentro de ella.
El principio de la transversalidad de género se acuño en la IV Conferencia sobre la Mujer en Beijing (1995) a partir de la cual fue obligatoria para todo el sistema de Naciones Unidas y fue llevado al marco jurídico europeo por el Tratado de Amsterdam. Definido por el consejo de Europa, el Mainstreaming de la perspectiva de género es "la organización (reorganización), la mejora, el desarrollo y la evaluación de los procesos políticos, de modo que una perspectiva de igualdad de género se incorpore en todas las políticas, a todos los niveles y en todas las etapas, por los actores normalmente involucrados en la adopción de medidas políticas." Se trata de un proceso que esta determinado como "top-down" (desde arriba hasta abajo), siendo los/as responsables políticos y las normas políticas las que están determinadas los principal agentes para iniciar y instalar un proceso de cambio. El principio exige un análisis de género previo a la planificación de políticas así como una planificación de género a la hora de elaborar políticas.
En la cooperación en el desarrollo, el mainstreaming de la perspectiva de género ha sido difundido en manera amplia, siendo formalmente un concepto que está aplicado de la mayoría de las organizaciones bi -y multilaterales de la cooperación. Aún así, se observa una creciente brecha entre la implementación formal y la puesta en práctica, siendo este aspecto el que en los últimos años ha causado una creciente crítica frente al concepto de la transversalización del enfoque de género.
Necesidades en función del género
Los papeles de los hombres y las mujeres en las sociedades e instituciones existentes son distintos, en general. Lo que significa que sus necesidades difieren también según ellos. Habitualmente se distinguen dos tipos de necesidades:
Las necesidades estratégicas son todo aquello que hay que remediar para superar la posición subordinada de las mujeres a los hombres en la sociedad, y tienen que ver con la potenciación de las mujeres. Varían según el particular contexto social, económico y político en el que se formulan. Normalmente conciernen a problemas de igualdad tales como el de capacitar a las mujeres para que tengan igual acceso a las oportunidades de trabajo y de formación, a una remuneración igual que la de los hombres por un trabajo de igual valor, al derecho a la propiedad de la tierra y a otros bienes de capital importancia, a la prevención del acoso sexual en el trabajo y de la violencia doméstica, y a la libertad de elección acerca de su maternidad. Remediarlas entraña una lenta transformación de las costumbres y los convencionalismos tradicionales de una sociedad.
Necesidades prácticas, que nacen de las condiciones reales que las mujeres y los hombres experimentan por causa de los roles que tienen asignados en la sociedad. Suelen estar referidas a las mujeres como madres, amas de casa y proveedoras de las necesidades básicas de la familia, y conciernen a deficiencias en los medios de vida y condiciones de trabajo, tales como alimentos, agua, vivienda, ingresos, atención sanitaria y empleo. Para las mujeres y los hombres que se encuentran en los niveles socioeconómicos inferiores, estas necesidades están ligadas a menudo a estrategias de supervivencia. Atender sólo estas necesidades no hace sino perpetuar los factores que mantienen a las mujeres en una posición desventajosa en sus sociedades. No promueve la igualdad entre los géneros.
Roles de género
Los roles o papeles de género son comportamientos aprendidos en una sociedad, comunidad o grupo social dados, en los que sus miembros están condicionados para percibir como masculinas o femeninas ciertas actividades, tareas y responsabilidades. Estas percepciones están influenciadas por la edad, la clase, la raza, la etnia, la cultura, la religión u otras ideologías, así como por el medio geográfico, económico y político. A menudo se producen cambios de los roles de género como respuesta a al cambio de las circunstancias económicas, naturales o políticas, incluidos los esfuerzos por el desarrollo, los ajustes estructurales u otras fuerzas de base nacional o internacional. En un contexto social dado, los roles de género de los hombres y las mujeres pueden ser flexibles o rígidos, semejantes o diferentes, y complementarios o conflictivos.
Tanto las mujeres como los hombres desempeñan múltiples roles o papeles en la sociedad: productivo, reproductor, director en la comunidad, etc. Percibidos habitualmente como responsables de ganar el pan de la familia, los hombres están en condiciones de dedicar más tiempo a un único rol productivo, y desempeñan sus múltiples roles de uno en uno. En contraste con ellos, las mujeres suele asignárseles sólo secundariamente este rol de obtener ingresos; tienen que desempeñar sus roles simultáneamente y equilibrar las demandas conflictivas de unos y otros dentro de sus limitaciones de tiempo. En consecuencia, el tiempo de trabajo de las mujeres y su flexibilidad están mucho más condicionados que en el caso de los hombres. Por otra parte, puesto que los hombres y las mujeres han desempeñado históricamente distintos roles en la sociedad, a menudo tienen que enfrentarse a cortapisas culturales, institucionales, físicas y económicas muy diferentes, muchas de las cuales están arraigadas en una discriminación y unas parcialidades sistemáticas.
Sexo y género
Las diferencias existentes entre los hombres y las mujeres son de naturaleza biológica y de carácter social:
El término sexo se refiere a las diferencias biológicamente determinadas con carácter universal entre los hombres y las mujeres.
El término género se refiere a las diferencias sociales y relaciones entre los hombres y las mujeres aprendidas, cambiantes con el tiempo y que presentan una gran variabilidad entre las diversas culturas y aun dentro de una misma cultura. Estas diferencias y relaciones son una construcción social, y han sido aprendidas a través del proceso de socialización. Son específicas de un contexto y pueden ser modificadas.
Sistema cooperación al desarrollo
Está constituido por actores de diversa índole y funciones, coexistiendo organizaciones públicas y privadas, generalistas y especializadas, del Norte y del Sur y con distintas formas y estrategias de acción. De manera general cabe distinguir entre instituciones públicas y privadas. Entre las primeras están las instituciones multilaterales, los gobiernos de los países donantes y receptores, las administraciones públicas regionales y locales, las universidades, etc. Dentro de las entidades privadas se pueden distinguir las que tiene fines lucrativos -como las empresas- y las que carecen de fines lucrativos como las organizaciones no gubernamentales de desarrollo (ONGD) y otros colectivos sociales como sindicatos, organizaciones de base, comités de solidaridad, etc.
Teoría del Desarrollo
Las teorías del desarrollo, entendidas en su sentido actual, pretenden identificar las condiciones socioeconómicas y las estructuras económicas necesarias para hallar una senda de desarrollo humano y crecimiento económico sostenido (productivo o no). Normalmente el campo no se refiere al análisis de países del Norte, sino que se estudian directamente las economías del Sur(sin embargo, no debe olvidarse que algunos economistas ortodoxos actuales consideran a veces a los modelos neoclásicos y keynesianos de crecimiento del Norte también como teorías de desarrollo).
Podemos dividir las visiones del desarrollo económico en cinco fundamentales: la conservadora, seguida principalmente por los economistas neoclásicos; la reformista, seguida por los keynesianos; la revolucionaria productiva, por el marxismo tradicional; la revolucionaria humana, en torno a economistas del desarrollo humano e izquierdistas actuales (alter-globalistas, ecologistas y feministas); y la revolucionaria personal, por un heterogéneo conjunto de economistas perennes o transpersonales con antecedentes teóricos en el anarquismo político clásico.
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